Chile implementará un programa para mejorar
la pertinencia, calidad y eficacia de la educación técnico profesional con un
préstamo de US$ 90 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID).
El
Programa de Fortalecimiento de la Educación Técnico Profesional tiene como
objetivos específicos desarrollar una institucionalidad que articule a los
actores involucrados con objeto de asegurar su pertinencia, calidad y eficacia;
adecuar la oferta a las necesidades de los sectores productivos; fortalecer y
adecuar mecanismos de aseguramiento de su calidad y desplegar la educación
técnico profesional en territorios y sectores seleccionados.
“Este
programa marca por un lado, la relevancia que Chile otorga a la construcción de
su capital humano y por ende a la educación como factores clave para sostener y
acelerar su desarrollo y como herramienta que promueva el aprendizaje a lo
largo de la vida y por tanto un motor de desarrollo productivo que contribuya
también a la movilidad y la inclusión social. Por otro es el fruto de una
intensa labor de dialogo e identificación de posibilidades de colaboración
entre el país y el Banco alrededor de estos temas”, dijo Marcelo Pérez, jefe
del equipo del proyecto del BID.
Además de
un componente cuyo objetivo es asegurar un contexto macroeconómico congruente
con sus objetivos, otro componente del programa prevé el desarrollo de un modelo
de gobernanza y de una nueva oferta para la educación técnico profesional,
apoyando compromisos de política que contribuyan a mejorar el acceso, la
equidad, la pertinencia y calidad de la misma en su conjunto.
Del mismo
modo, incluye un componente para asegurar la calidad de la educación técnico
profesional que implementará numerosas acciones, entre ellas el relevamiento de
los resultados de aprendizaje de los estudiantes; la estructuración de un
sistema de acompañamiento a los Centros de Formación Técnica estatales, y el
análisis de los sistemas de evaluación de docentes y directivos.
Adicionalmente
se prevé la definición de estándares de aprendizaje de estudiantes basados en
competencias y sus perfiles de egreso, así como estándares de desempeño de las
instituciones de formación técnica, sus docentes y directivos y sus espacios de
aprendizaje y equipamiento; un sistema que establezca los requisitos para
impartir y mantener especialidades técnicas, oficios y carreras; y un sistema
de información de las ofertas de formación técnica, del comportamiento del
mercado laboral, orientación vocacional y de seguimiento a egresados.
En cuanto
al despliegue de la educación técnico profesional en territorios y sectores
seleccionados, esto se vinculará, entre otros aspectos, con la creación de los
Centros de Formación Técnica estatales, el diseño de Centros Tecnológicos de
Aprendizaje y los Comités Asesores Regionales de Educación Técnica, y la
implementación de un marco normativo que promueva la trayectoria satisfactoria
de los estudiantes.
Los
principales resultados esperados son una oferta adecuada al nuevo marco de
cualificaciones, la existencia de mecanismos de aseguramiento de la calidad
adecuados y la educación técnico profesional desplegada en los territorios y sectores
seleccionados.
El crédito del BID de US$ 90 millones proviene
de su Facilidad de Financiamiento Flexible, tiene 10 años de plazo con 10 años
de gracia y una tasa de interés basada en LIBOR.
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