martes, 20 de octubre de 2015

CHILE MEJORARÁ LA CALIDAD Y EFICACIA DE LA EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL CON APOYO DEL BID

Chile implementará un programa para mejorar la pertinencia, calidad y eficacia de la educación técnico profesional con un préstamo de US$ 90 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El Programa de Fortalecimiento de la Educación Técnico Profesional tiene como objetivos específicos desarrollar una institucionalidad que articule a los actores involucrados con objeto de asegurar su pertinencia, calidad y eficacia; adecuar la oferta a las necesidades de los sectores productivos; fortalecer y adecuar mecanismos de aseguramiento de su calidad y desplegar la educación técnico profesional en territorios y sectores seleccionados.
“Este programa marca por un lado, la relevancia que Chile otorga a la construcción de su capital humano y por ende a la educación como factores clave para sostener y acelerar su desarrollo y como herramienta que promueva el aprendizaje a lo largo de la vida y por tanto un motor de desarrollo productivo que contribuya también a la movilidad y la inclusión social. Por otro es el fruto de una intensa labor de dialogo e identificación de posibilidades de colaboración entre el país y el Banco alrededor de estos temas”, dijo Marcelo Pérez, jefe del equipo del proyecto del BID.
Además de un componente cuyo objetivo es asegurar un contexto macroeconómico congruente con sus objetivos, otro componente del programa prevé el desarrollo de un modelo de gobernanza y de una nueva oferta para la educación técnico profesional, apoyando compromisos de política que contribuyan a mejorar el acceso, la equidad, la pertinencia y calidad de la misma en su conjunto.
Del mismo modo, incluye un componente para asegurar la calidad de la educación técnico profesional que implementará numerosas acciones, entre ellas el relevamiento de los resultados de aprendizaje de los estudiantes; la estructuración de un sistema de acompañamiento a los Centros de Formación Técnica estatales, y el análisis de los sistemas de evaluación de docentes y directivos.
Adicionalmente se prevé la definición de estándares de aprendizaje de estudiantes basados en competencias y sus perfiles de egreso, así como estándares de desempeño de las instituciones de formación técnica, sus docentes y directivos y sus espacios de aprendizaje y equipamiento; un sistema que establezca los requisitos para impartir y mantener especialidades técnicas, oficios y carreras; y un sistema de información de las ofertas de formación técnica, del comportamiento del mercado laboral, orientación vocacional y de seguimiento a egresados.
En cuanto al despliegue de la educación técnico profesional en territorios y sectores seleccionados, esto se vinculará, entre otros aspectos, con la creación de los Centros de Formación Técnica estatales, el diseño de Centros Tecnológicos de Aprendizaje y los Comités Asesores Regionales de Educación Técnica, y la implementación de un marco normativo que promueva la trayectoria satisfactoria de los estudiantes.
Los principales resultados esperados son una oferta adecuada al nuevo marco de cualificaciones, la existencia de mecanismos de aseguramiento de la calidad adecuados y la educación técnico profesional desplegada en los territorios y sectores seleccionados.
El crédito del BID de US$ 90 millones proviene de su Facilidad de Financiamiento Flexible, tiene 10 años de plazo con 10 años de gracia y una tasa de interés basada en LIBOR.

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