Una parte importante de los
estudiantes de la región, especialmente aquellos pertenecientes a familias de
menores recursos o de las zonas rurales, no tiene asegurado el acceso a
escuelas con características básicas de infraestructura. Un estudio
dado a conocer en marzo de 2017 por la División de Educación del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Oficina Regional de Educación para
América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) analizó de manera
comparativa la relación entre el estado de la infraestructura escolar de la
región y los aprendizajes de niños y niñas de 15 países.
La
investigación comparó los resultados de las pruebas académicas del Tercer
Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE, aplicado por el Laboratorio
Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación que coordina la
UNESCO) y las características de la infraestructura escolar de la región a
partir de los conceptos de suficiencia, equidad y efectividad.
En términos
de suficiencia de los espacios, el estudio concluye que solo uno de cada cuatro
estudiantes de educación básica de América Latina y el Caribe asiste a centros
escolares con infraestructura escolar suficiente en todas las categorías
estudiadas. La suficiencia está relacionada con el acceso a seis categorías
básicas: agua y saneamiento; conexión a servicios; espacios pedagógicos o
académicos; áreas de oficinas; espacios de uso múltiple y equipamiento de las
aulas. En contraste, casi un tercio del estudiantado de educación básica va a
escuelas donde dos o menos de dos categorías de infraestructura escolar tienen
características suficientes.
Asimismo, el
análisis revela grandes inequidades en el acceso a los diferentes componentes
de infraestructura escolar en la región, tanto en el nivel socioeconómico de
los alumnos como en la zona geográfica de las escuelas. En líneas generales,
los estudiantes de menores recursos en los países participantes en el TERCE
tienden a asistir a escuelas que también tienen menor dotación de
infraestructura escolar.
El estudio
también confirma que la gran mayoría de las categorías de infraestructura
estudiadas está asociada positiva y significativamente con los aprendizajes de
los estudiantes. Aunque la situación varía de país a país, los espacios
pedagógicos (distintos al aula de clase), seguidos por la conexión a servicios
y la presencia de espacios de usos múltiples son los factores que están
asociados positivamente y con mayor frecuencia con los aprendizajes.
Esta
pesquisa conjunta del BID y la UNESCO subraya que los desafíos de los países de
la región no solo están en la dotación de infraestructuras escolares, sino en
garantizar que éstas se conviertan en verdaderos espacios y ambientes que promuevan
aprendizajes para generar una educación de calidad.
UNESCO
Y APRENDIZAJE
El
Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación
(LLECE), coordinado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y
el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), trabaja para contribuir con los nuevos
desafíos que la Agenda de Educación 2030 implica. Desarrolla investigaciones,
llevando a cabo debates técnicos y desarrollando otras iniciativas que
contribuyen a la reflexión sobre calidad, calidad evaluativa y su impacto en el
diseño de políticas públicas.
Acerca
del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como
misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes
de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e
institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos
de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia
técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región.
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